Eclo 15,15-20: Ante los hombres están la vida y la muerte...
Sal 118: Felices los que siguen la ley del Señor
1Cor 2,6-10: Lo que anunciamos es la sabiduría de Dios
Mt 5,17-37: Pero yo les digo...
El Evangelio nos presenta las tres propuestas de Jesús, que han de ser cumplidas cabalmente, para entrar en el Reino de Dios.
La Ley de Dios ha de ser cumplida plenamente. El cumplimiento pleno de la ley de Dios, hace a las personas moralmente superiores, esto también es, hace mejores a las personas. Los valores, las buenas costumbres, los buenos modales, el respeto, el saludo, la disciplina, el sacrificio, no pueden no ser practicados. Han de ser practicados plenamente para superar la repetición memorística de los fariseos. Por eso dice Jesús: "si su justicia no es superior a la de los fariseos no entrarán en el RdeD".
El trato fraterno. Este trato tiene 2 dimensiones: con relación al hermano, "No basta con no matar", sino que aquel que se simplemente se "irrita", "insulta" y "maldice", ya mata. Por tanto, si has caído en ellos, lo más aconsejable es reconciliarse, pedir perdón; con relación a la hermana: "aquel que mira a una mujer deseándola" ya comete adulterio, y éste es reo de condena. Por tanto, es preciso purificar nuestra mirada, respecto a nuestras hermanas, las mujeres. En el fondo, hay que tener presente que somos hermanos/as. Y como tales hemos de tratarnos.
En valor de decir "si" y "no". Siendo católicos, cuando alguien te invita a robar, probar droga, beber alcohol, hacer daño a alguien, poner al hielo, aunque tengan que darte una retribución o eliminarte de WhatsApp, aún aquello sea tentadora, hemos de tener el coraje de decir "no" por ser católicos. Cuando alguien necesita nuestra ayuda, caridad, solidaridad, desprendimiento, entrega, por ser católicos, hemos de decir "sí", así estés cómodo, así sea a las 3 de la mañana, así esté jugando tu equipo favorito.
Eso es lo que nos propone Jesús, hoy: o la tomas y vas al RdeD, o la dejas y vas al suplicio. En la capacidad de elegir y decidir se juega nuestra libertad. Tal como dice la 1ra Lectura: "ante los hombres está la vida y la muerte". Tú eliges: perderte o ganarte el RdeD.